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Trastorno específico del lenguaje

A mi hijo le han diagnosticado un trastorno específico del lenguaje (TEL) y que por lo tanto necesita acudir al logopeda, pero ¿realmente sé qué es en sí el TEL?

QUÉ ES EL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE

Muchas veces acudimos a especialistas buscando soluciones a las dificultades que aparecen en nuestro día a día, en este caso al logopeda para que nos ayude con problemas de comunicación, habla, lenguaje, deglución, etc. Y hoy venimos a arrojar un poquito de luz sobre el trastorno específico del lenguaje. El TEL consiste en una serie de dificultades en el lenguaje considerables y NO esperadas, que además suelen dar lugar a problemas sociales, comportamentales y escolares. Es bastante lógico si pensamos en que lo principal que utilizamos las personas para relacionarnos, es el lenguaje, y si este presenta alguna alteración, todas aquellas actividades que lo involucren, se verán afectadas.

En sí es un trastorno del habla en niños que afecta a la adquisición del lenguaje desde pequeños. Es decir, se inicia en la edad infantil y luego se prolonga durante la infancia y la adolescencia. Además, puede dejar secuelas significativas en la edad adulta.

No debe confundirse con un retraso del lenguaje.

que es el trastorno especifico del lenguaje

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Los principales criterios que se utilizan para determinar que un niño presenta TEL incluyen el considerar las diferencias del lenguaje de los niños respecto a lo esperado para su edad y nivel escolar. Para percibir esto es muy importante realizar pruebas estandarizadas, es decir, tests validados, pruebas formales, etc. Se acabará determinando que un niño presenta propiamente un TEL cuando los resultados en dichas pruebas se desvíen de los valores medios, es decir, cuando el niño no alcance la puntuación que debería en dicha prueba.

¿QUÉ CAUSA EL TEL?

Según diversos autores y estudios, se ha podido observar que hay una serie de factores que podrían causar el trastorno específico del lenguaje. Factores biológicos, es decir, la genética, el hecho de que sea un trastorno hereditario del habla y lenguaje sigue bajo estudio, aunque existe un caso muy conocido, el de la familia KE, la cual presentaba una mutación del gen FOXP2 en el cromosoma 7, más coloquialmente hablando, a este gen se le conoce como el “gen del lenguaje”. Pero únicamente esta alteración no es la que causaría un TEL, si no que también hay que tener en cuenta los factores cognitivos, por ejemplo, una mayor lentitud del procesamiento del cerebro, además de dificultades en el procesamiento auditivo, esto último quiere decir que los niños con TEL presentan dificultades para distinguir o identificar sonidos rápidos breves verbales o no verbales. Como última causa nos encontramos con los factores conductuales, que es aquello directamente observable en el paciente, ya sea mediante una entrevista o un estudio.

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¿QUÉ PODEMOS OBSERVAR EN UN PACIENTE CON TEL?

A NIVEL LINGÜÍSTICO

  1. Retraso en el aprendizaje del lenguaje
  2. Retraso en la aparición de las primeras palabras (hacia los 2 años de edad o más tarde)
  3. Uso de oraciones cortas, más de lo esperado para su edad
  4. Puntuación por debajo de la media en test o pruebas del lenguaje
  5. Producción de sonidos infantiles, un habla propia de un niño de menor edad
  6. Estructura gramatical muy simple
  7. Pobreza del lenguaje
  8. Producción de frases complejas en un contexto inadecuado
  9. Menor vocabulario al esperado para su edad
  10. Poca variedad en el uso de verbos
  11. Dificultad para comprender un lenguaje más elaborado
  12. Problemas para entender a las personas que hablan rápido
  13. Poca memoria verbal a corto plazo, sobre todo para repetir palabras u oraciones
  14. Dificultad para que los entiendan

ÁMBITO NO LINGÜÍSTICO

  1. No realizan las tareas cognitivas de la misma forma que el resto de niños de su edad
  2. Pobreza de memoria auditiva, dificultad para repetir palabras sin sentido cuando son de más de dos sílabas
  3. Habilidades sociales normales o deficitarias
  4. Presentan dificultades que no se pueden achacar a una pérdida auditiva, anormalidades físicas o neurológicas
  5. Pruebas o test cognitivos con puntuaciones normales